RUPERTO
Fina
Por Ruperto
Estuvo etílico el grito
y todavía ando bien crudo
la sopa me sabe a engrudo
y quiero algo picosito,
me voy a echar un caldito
con el pollo en su cantina,
además de una aspirina
para el dolor de cabeza
que la siento que me pesa
y camino hecho una ruina.
Después que oímos gritar
a nuestra fina alcaldesa
sin más que el jolgorio empieza
y todo fue festejar,
empezaron a tronar
los fuegos artificiales
que brillaron a caudales
iluminándose el cielo,
y uno se quedaba lelo
parecían juegos florales.
Luego siguió la verbena
con un grupo musical
y el ambiente del portal
que alborota a la colmena,
y hace siempre la faena
pa que disfrute la flota,
claro pues uno no nota
las horas por el beber
hasta que al amanecer
el sol te da en la carota.
Apenas llegué a la casa
fue Chencha quien me dio grito,
de a qué hora llegas maldito
y que me estrella una tasa
que casi me despedaza
y dije muy enojado,
si anoche fui liberado
no puedes tratarme así,
y gritó no vale aquí,
ve por la masa al mercado.