Por Ruperto
Por fin llegaron los nortes
y aunque empieza el tolvadero
que nos deja un buen mugrero
y se empiezan los reportes,
pues la luz provoca cortes
y le entra la veladora
como el alma salvadora
para que podamos ver,
claro no da pa leer
pero al menos ves la hora.
Baja la temperatura
y se deja de sudar
claro ya no hay de gastar
el agua y jabonadura,
ya no te da calentura
bajo los rayos del sol,
y te sopeas un cocol
en un rico chocolate,
después caes en el petate
a soñar con Marisol.
También empiezas a usar
la ropa que quita el frío
que va perdiendo su brío
pues se empieza a aposcaguar,
antes la debes lavar
si no uno huele a chivo
y dudan que si estás vivo
o te tienen en formol
encerrado en un perol,
o como planta en cultivo.
Con los nortes hay que usar
lentes pa cuidar los ojos
pues si no se ponen rojos
y empiezas a lagrimear,
claro que al verte llorar
la gente se compadece
y puede que hasta te bese
la guapota del colegio,
y eso si es un privilegio
que este rorro se merece.
