EN LA OPINION DE GOYO
“Debemos aprender a vivir juntos como hermanos o perecer juntos como necios”.
A continuación le comparto el siguiente fragmento:
Un hombre vio a una serpiente a punto de morir dentro de una fogata y decidió sacarla del fuego. Cuando lo hizo, la serpiente lo mordió y le causó un dolor insoportable; por un movimiento brusco provocado por el dolor el hombre dejó caer a la serpiente nuevamente, y esta cayó de vuelta al fuego.
Entonces, el hombre miró a su alrededor y encontró un poste de madera y lo usó para sacar a la serpiente del fuego nuevamente y salvarle la vida. Alguien que estaba mirando se acercó al hombre y le dijo: “Esa serpiente te mordió. ¿Por qué sigues intentando salvarla? El hombre respondió: “La naturaleza de la serpiente es morder y no va a cambiar mi naturaleza, que es ayudar”.
Moraleja: No cambies tu naturaleza simplemente porque alguien te hizo daño.
No pierdas tu buen corazón, pero aprende a tomar precauciones para que no te vuelvan a causar dolor. En la actualidad hay millones de personas quejándose, pero muy pocas actuando; muchos de los problemas que hoy nos aquejan se resolverían en gran parte con la participación de cada uno de nosotros en lo individual; por ejemplo hoy muchos se quejan del calor y saben que una de las consecuencias del cambio climático es la falta de árboles, pero ¿Usted ha sembrado por lo menos un árbol para que en el futuro disminuya el impacto del cambio climático?.
Si su respuesta es que no lo ha hecho porque no tiene espacio dónde sembrarlo, déjeme decirle que hay espacios públicos donde puede hacerlo, solo se requiere voluntad; uno de los grandes problemas de nuestra sociedad es que para hacer cosas positivas siempre encontramos excusas y pretextos.
El punto importante es que los problemas sociales se resuelven con la participación de los gobernantes y también con la participación de la sociedad, desafortunadamente hay que aceptar que tenemos en muchas ocasiones gobernantes ineficientes, pero aunque nos duela reconocerlo también todos como sociedad hemos fallado por la apatía; sigamos exigiendo al gobierno que haga su parte, pero no nos hagamos los desentendidos, ya que en la mayoría de los casos las personas se excusan diciendo que no tienen tiempo o que no le corresponde.
Hay muchas cosas que nos corresponden a todos los ciudadanos y no las estamos haciendo; cuando vaya usted por la calle, por un camino rural o por una carretera observe a su alrededor cuanta basura hay tirada; esa basura está ahí por personas que por una pésima cultura ambiental la tiraron por la ventana de su auto pensando “total solo es una envoltura”, la cuestión es que si los 130 millones de mexicanos pensamos así pues entonces ya son 130 millones de envolturas tiradas por todos lados en un solo día y en una sola pero pésima acción.
Hagamos conciencia y empecemos a hacer lo que nos corresponde, es increíble como empieza a cambiar un lugar cuando empezamos por cambiar los ciudadanos. La ciudad, la colonia, el Ejido o la comunidad donde vivimos es nuestro hogar y también será el hogar de nuestros hijos, de nuestros nietos y de muchas generaciones más; pongamos nuestro granito de arena para que todos vivamos en un mejor lugar.
Hagamos un esfuerzo los adultos para cambiar nuestra actitud ante los problemas que nos aquejan como sociedad; y empecemos a enseñar a nuestros niños y jóvenes con nuestro ejemplo diario, esa es la mejor herencia que podemos ofrecer a las futuras generaciones, si este mensaje le molesta o le empieza a encontrar “peros” es porque usted no está dispuesto a cambiar y ese es el peor de todos los males, una sociedad con personas que solo critican pero nunca proponen, que buscan pretextos y nunca dan posibles soluciones, es de las personas que desea que haya cambios pero no está dispuesta a cambiar.
Así no es posible… Todo lo negativo y lo positivo que vemos en el lugar donde vivimos es un reflejo de lo que somos, si queremos ver más cosas buenas entonces empecemos a realizar pequeñas acciones positivas en favor de nosotros y de nuestra comunidad. Los cambios de verdad no los hacen los gobernantes, los hacemos las personas si empezamos a cambiar nuestra actitud hacia los demás.
Es bueno ir a la escuela para aprender a leer, a escribir y a pensar; es bueno ir a la iglesia o al templo para sensibilizarnos sobre la importancia de ser mejores seres humanos, incluso es bueno no ir a ninguno de esos lugares si ese es el deseo de alguien, también es bueno tener respeto y amor por el lugar donde vivimos y por los demás; pero sin duda lo mejor de todo es que realicemos pequeñas acciones que nos hagan mejores personas cada día.
Así empieza el verdadero cambio…
