De filosofía y cosas peores

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Michael Torresini

En Canadá, una perrita de nombre Clover se hizo viral, luego de que salvó a su ama en Ottawa que se convulsionaba. La heroína de cuatro patas detuvo un vehículo que circulaba para auxiliar a su dueña. Esto lo copié desde las noticias; pero la causa principal por la cual lo hice es constituida por el hecho que tengo un problema con la basura aquí en Casas Palenque-donde viven más de siete ciento familia-lo que me motiva a exponerlo aquí. La recolección no es el problema principal, sino los perros y gatos callejeros, una enfermedad endémica del tercer mundo: en toda Europa, y Norteamérica no hay un perro callejero. Así como no hay un tope o un bache. No hay topes porque las leyes viales se respetan, y no hay un bache porque la pública pecunia no se roba, se mete enterita en el costo de la pavimentación. No conozco al señor Patricio, el alcalde actual, pero me parece una persona decente y honesta, es decir todo lo contrario de su antecesor, que inauguró personalmente la escuela que hay en la entrada de este nuevo conjunto residencial, cuando la carretera era una mesa de billar-y una de las razones por la cual compré aquí, ni creo ser el único que se siente defraudado por esta carretera que es ahora un asco, un oprobio, una verdadera vergüenza. Yo soy muy ignorante, pero sé muy bien lo que más cuenta, que nada, absolutamente nada, es sin causa. Y la única causa posible es que sólo una fracción del dinero se fue en la pavimentación. En los once meses que llevo aquí, desde que cerré mi consultorio por la vía, volé dos llantas de mi coche en esta vergüenza que llamamos carretera.

Ni es este de los perros callejeros un tema frívolo como podría aparentar, es un problema serio, uno de los muchísimos, claro está, pero también lo de más fácil solución, creo. Traté de exponerlo a la atención de dos alcaldes cuando vivía en Boca y comentaba en MVS Radio. Nunca tuve éxito. Pero os ahorro el aburrimiento de mis opiniones, simplemente os relato como se hace en…todo el primer mundo, creo: El equipo canino de la poli, con una camioneta atinada para este uso, recoge cualquier perro que vean en la pública vía, lo lavan, lo nutren, y lo guardan durante un mes para que alguien lo adopte. En su defecto, lo suprimen con un piquete indoloro. De hecho, yo mismo adopté un dóberman en San Antonio, Tex., antes de entrar a México con mi casa móvil hace 25 añitos.

Repito el mismo concepto que exterioricé antier, el planteamiento del empirismo inglés que nos advierte que la manera más segura para saber que algo es cierto es si ya aconteció. Es una exacerbación del empirismo en su conjunto, el rococo del arte, se podría casi decir. Lo repito, aunque para una finalidad diferente: Uno de mis mejores amigos durante la década canadiense, en Calgary, fue un arquitecto de origen húngara. Diseñó los mejores edificios de esta ciudad muy modera, e hizo mucho dinero, vaya un pequeño Soros. Su método era muy sencillo-hacer exactamente lo que hacen los que tienen éxito, vaya, copiar en pocas palabras. Y obviamente copiar lo bueno, lo mejor. Así Japón se volvió la potencia automotriz que es.

A mi llegada no había un Oxxo en México, y ahora es la compañía más exitosa del país, creo. Bueno, es la copia del 7/11, un c-store, o tienda de conveniencia que se encuentra absolutamente en cualquier lugar de EEUU y Canadá. En cualquier lugar esté usted en estos países, si da una vuelta de 360 grados, va a ver un c-store. La IP mexicana claramente imita la del vecino norteño. La gran pregunta es ¿POR QUÉ NO HACEN LO MISMO LOS GOBIERNOS DE LOS TRES NIVELES? Por ejemplo, aquí en Tierra Blanca se podría empezar con una perrera municipal-y finalmente y en todo el país, tener un sistema como lo que tiene CADA PAÍS PRIMERMUNDISTA, que de una manera u otra obliga sus ciudadanos a pagar las multas. Ya ni abusos, ni retenciones, ni mordidas-ni palabras: te multan y la paga porque la paga. Y si sabe que te cuesta caro no hacerlo, simplemente acata las leyes.