Por Ruperto
Ayer andaba de antojo
y no sea usted mal pensado
que a nadie yo he embarazado
y de oírlo me sonrojo,
estaba en casa de flojo
lo que sucede seguido,
entre mecido y mecido
viendo en la televisión
un tremendo culebrón
de que haceres de cupido.
Como estar de flojo cansa
porque mecer el sillón
cual si fuera un maratón
de menear una balanza,
hace crujir a la panza
que me pide a cada rato
que le empuje carbohidrato
y claro cómo se debe,
combinado con la cheve
y hasta que se lama el plato.
Le dije a Chenchita guapa,
lindura, mi corazón,
tu que tienes buen sazón
hazme tortilla de papa,
claro le avientas de ñapa
para sazonar el guiso
la cebolla, sal, chorizo
y con aceite de oliva,
puede y eso me reviva
y ganas el paraíso.
Me contestó desgraciado
nunca te he de cocinar
mejor vete a trabajar
para darme pal mandado,
si te crees iluminado
tu te iras al paraíso
cuando me barras el piso
y por fin te portes bien,
por mientras ten el sartén
y así te haces el hechizo.
