“En política como en la vida: Nada se olvida más lento que una ofensa y nada más rápido que un favor”
Así funciona la naturaleza humana en nuestra cultura, para que alguien te considere una buena persona necesitas demostrárselo con muchos favores pero con solo un error que cometas todo lo demás se olvida, se olvidan los favores y se olvidan los aciertos; esto sucede por la necedad humana de guardar en nuestra mente con mayor facilidad las cosas negativas que las positivas.
Cuando reconocemos que nuestra forma de pensar y ver las cosas es producto de la formación cultural que obtuvimos desde niños entonces logramos comprender un poco mejor cómo funciona la vida en nuestra época.
Así como en la vida, también en la política sucede igual; hace algunos días un agricultor dijo públicamente en una reunión de cañeros que se sentía engañado, robado y traicionado por el actual gobierno morenista, ese mismo agricultor también mencionó que desde hace siete años ha salido a votar por los candidatos de morena, los mismos que hoy lo ignoran y lo ofenden diciendo que su protesta es porque quiere seguir con los privilegios del pasado, aunque en realidad ese agricultor lo que desea es tener suficientes recursos para alimentar a su familia. Este mismo productor cañero comentó que el actual gobierno le da al año un aproximado de ocho mil pesos en fertilizante y siete mil doscientos pesos en efectivo pero que por este mismo gobierno ineficiente él había dejado de percibir en este año ciento cincuenta mil pesos debido a la baja en el precio de la caña de azúcar; es decir perdió mil por ciento de ingresos para su familia porque el gobierno le dio en total quince mil pesos pero él perdió ciento cincuenta mil en su liquidación final.
En este asunto bien se puede aplicar aquella fábula que cita: “La cucaracha, por odio a la hormiga, votó por el insecticida. Después murieron todos, incluido el grillo que se abstuvo de votar”.
En algunas ocasiones hay ciudadanos que votan por coraje, desafortunadamente en muchos casos no se dan cuenta que están votando por algo que les va a causar más daño. Así como la cucaracha, provocan su propio exterminio.
La situación del agricultor que cite líneas arriba no es producto de la imaginación ni de ninguna fábula, tristemente es la realidad que viven miles de familias en el campo y la ciudad; por un lado la situación económica que está asfixiando a muchas familias que ven cómo sus ingresos son insuficientes ante los excesivos incrementos de casi todos los productos de consumo, esto sumado a otros factores como la decepción de comerciantes y empresarios que buscan trabajadores pero no los encuentran porque la política del gobierno de regalar dinero a jóvenes que no estudian ni trabajan en
lugar de mejorar sus condiciones les está causando daño porque los acostumbra a recibir dinero sin hacer nada a cambio.
En estas circunstancias quedarse callado no es una opción ya que nos puede ocurrir como en la fábula de la cucaracha y la hormiga, al final de cuentas una mala decisión afectó a las dos y también al grillo que no participaba en nada.
Estimado lector, recuerde siempre: “No hay peor ciego que el que no quiere ver, y no hay peor iluso que el que no quiere entender”
