Michael Torresini
El “principium reddende rationis” fue acuñado por Leibnitz a mediados de mil seis ciento, pero muchos filósofos se preguntan porque se tardó tanto a acuñar y etiquetar el principio más importante de todos, el principio de la razón o, según la traducción oficial castellana, la ley de causalidad, pues existió implícitamente desde que existe la razón humana, es decir, por lo menos, desde que Sócrates la descubrió en las plazuelas de Atenas…Aunque en la mayoría de los casos el hombre sigue viviendo en la sinrazón-lo que me motivó a empezar a escribir esta columnilla mía hace 14 años, pues el grano y la finalidad es entender que el hombre sabio debe usar la razón sobre los sentidos, si lo hiciera no existiría ningún problema de ninguna clase, ni de drogadicción ni de obesidad, en la cual México ocupa el primer lugar del mundo. Yo me curo con lo que como-y claro está, con lo que no como. La regla filosófica general es muy simple: las cosas se hacen o no se hacen según una hipotética balanza entre los pros y los contras-y en el ámbito del existencialismo, hasta se llega a considerar “utilizable intramundano” cualquier cosa que decidimos comer o tomar-y siempre con inteligencia, con tino y buen gusto.
La ley causalidad dice que nada es sin causa, esto es algo que se ve claramente en mi trabajo de quiropráctico ya que toda molestia y en todo el cuerpo son debida a vértebras que tocan los nervios. Pormenorizar es redundante, ocioso e inútil, lo que cuenta es entenderlo claramente; entender que hay un número ilimitado de maneras de estar mal y una sola de estar bien-enderezarla, remeter las vértebras en su lugar. En todo lo que digo la que sobresale es la razón y la lógica que nos dan clara inteligencia. Inter ligere en latín significa entrelazar, hay que entrelazar los eventos en una progresión lógica-de allí a una de las cosas que asevero más seguido como misionero de la cultura, que se necesita un claro conocimiento de la historia y la geografía para ser culto. Y si nos les queda claro sólo acuérdense que cualquier cosa que es, que existe, siempre es en un momento dado-y en un espacio dado si es tangible. Pues, finalmente, el tiempo y el espacio son los contenedores de nuestra realidad circunstante-y digo circunstante porque si no lo digo, si hablamos de espacio irrestricto, vamos a tener que entrar en la teoría de la relatividad y en la inclusión del tiempo como cuarta dimensión del espacio, lo que no me permitiría acabar con el tema en poco tiempo…
Si aprendemos la historia como una secuencia de eventos donde cada evento es causado por lo que antecede, no la olvidaremos tan fácil, así como no olvidamos a contar. Y aquí apremia un poco de orden: todo lo que podemos conocer se divide en dos-conocimiento racional y conocimiento empírico, es decir desde la experiencia. Sinónimos de racional es a priori, y de empírico a posteriori=antes y después de la experiencia: para saber que dos más tres es igual a cinco no necesitamos de nada más que la inteligencia, así como con la pura inteligencia sabemos que los cuerpos son extensos, pero para saber que los cuerpos son pesados, pues, necesitamos pesarlos…necesitamos de la experiencia. Un buen maestro debe saber y saber enseñar y la filosofía ayuda mucho al respecto, con particular referencia a la racionalización de lo que se aprende para que sea bien claro y se quede haciéndonos más sabios y exitosos, pero sin nunca olvidar que la finalidad de la vida es la felicidad-no el dinero.