jueves, noviembre 13, 2025
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LO ÚLTIMO

DE FILOSOFÍA Y COSAS PEORES

 

Michael Torresini

 

Cualquier cosa se entiende mejor por medio de su opuesto-desde la oscuridad como factor para entender la luz mejor, hasta la situación ideal en mi trabajo, la del paciente que acaba de caerse, entra en muletas y sale corriendo en cinco minutos-y hasta a olvidarse de las muletas. En cinco minutos gano quinientos pesos-y más aún acabo total y permanentemente con el gran dolor que siente el paciente en el talón donde acaba el ciático y el tibial-oprimidos por dos vertebras desalineadas. Las realineo y cómo que acaban de moverse, las remeto y se quedan en su lugar de volada, mejor dicho-borro lo ocurrido, pongo el tipo como estaba antes de caerse. Increíble mas cierto, totalmente.
Pero lamentablemente esto no se ha pasado seguido últimamente, me están llegando pacientes que llevan décadas desalineados, chueco/as, obesas-y con una intelectualidad que desaparece frente a las sensaciones. Me voy a explicar con la práctica. Desde la primera vez lo aclaro todo: Que todo lo que sentimos lo sentimos por los nervios y todos los nervios salen desde la columna hacia todo el cuerpo a través de las vértebras que, si no están en su lugar, son la causa de todo y su realineación la única solución; si se acaban de mover una sesión es suficiente, pero si llevan tiempo hay que repetir la realineación porque se acostumbraron a están donde han estado durante demasiado tiempo; a veces aclaro que en Canadá, donde se inventó la quiropráctica y donde es parte del seguro social desde más de medio siglo, se pasa con un quiropráctico saliendo de bachillerato, es decir acabando de crecer, precisamente para que cualquier vértebra desalineada se realinee antes que se acostumbre a estar chueca. A 18 años esto se soluciona rápida y fácilmente, pero a sesenta y con sobrepeso no, hay que repetir el tratamiento, es decir realinear las vértebras cada dos días hasta que pierdan la mala costumbre y se queden donde las meto, es decir donde deben de estar. No es mi culpa si todo lo bueno en México pasa mañana, ni si la gente no tiene idea de que sea un quiropráctico y por una razón u otra acuda conmigo después de años de están mal. Pese a esto, y para que los pacientes entiendan que más que dinero quiero la satisfacción de curarlos, bajo el cobro de cien pesos cada sesión. Volviendo a su intelectualidad, esta gente me habla de tendones, cuando los tendones no tienen nada a que ver, me pide una tallada cuando esta no tiene nada a que ver con la curación, se quitan la playera porque son acostumbrados a hablar con hueseros que no saben ni escribir y pretenden curar. Y son sus sensaciones que van por encima del intelecto, de lo que le expliqué, que las vértebras se acostumbran a estar fuera lugar. Llega la señora por la segunda sesión y me dice que no está mucho mejor…uso un poco de dialéctica socrática y sobresale que sí estaba bien durante el primer día, pero el segundo volvió un poco la molestia-lo que coincide perfectamente con mis aclaraciones. Boca arriba derechita, le doy un jalón desde la cabeza y lo siente hasta abajo, donde las vértebras se volvieron a correr; la realineo y le vuelvo a dar el mismo jalón sin que sienta nada allí abajo. En dos días vuelve y me describe los pormenores de sus dolencias-y así la mente no es usada, sino sólo las sensaciones del momento. Así que repito lo antedicho y vuelvo a comprobarlo con los jalones. Ayer vino otra vez, diciendo que no está mucho mejor y que le molesta un poco aquí y un poco allá, como si todo lo que dije no haya servido para nada. ¡Y luego me tachan de enojón!

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