Michael Torresini
El hombre antes pensó en una mesa, luego la hizo, y luego la llamó mesa. Es decir, sin las mesas, no existiría el término mesa. Y por la misma razón yo no sé traducir el término huesero en otros idiomas, porque no hay huesero en ningún país del primer mundo. Aquí, se hace lo que se puede y es normal que haya curanderos en toda rama de la medicina-lo médicos naturistas siendo el mejor ejemplo-y lo huseros el peor si trata la columna vertebral-se sabe de dos hueseros que desnucaron a sus pacientes.
En Canadá estudiamos tantito más de un médico precisamente para que cosas así no sean posible en absoluto. Un huesero puede remeter en su lugar un hombro caído, es un poco como arreglar una falla en el coche: la parte convexa del hombro se salió desde la parte cóncava que lo contenía-así que se levanta el hombro caído cargándolo en nuestro hombro y se empuja duro hacia arriba-plop-se curó…Las sobada o talladas no solucionan el problema, pero lo alivianan, vaya, hay cosas por las cuales un buen huesero sirve. Pero la columna no es un hueso, es el órgano más difícil, complejo e importante que tenemos. Si se rompe un hueso en cualquier parte del cuerpo, se inmoviliza y en un mes se acaba la vaina, si se rompe la columna se muere o se queda paralitico. Que el celebro sea el órgano más importante le queda claro a todos-sólo falta agregar que el celebro tiene una colita larga que baja por la columna vertebral, con las vértebras protegiéndola como el cráneo protege el celebro. Estamos en el mero centro de la atención quiropráctica, pues todo lo que sentimos lo sentimos por los nervios y todos los nervios salen desde la columna hacia todo el cuerpo a través de las vértebras que, si no están en su lugar, son la verdadera causa de todo-y su realineación la única solución permanente. La cosa es más grande de lo imaginable, pues somos llenos de nervios, en todo el cuerpo, digamos que tenemos como 70 kilómetros de nervios en el cuerpo-y todos estos nervios son directamente conectados al celebro ya que salen desde la médula cerebral que es la prolongación del celebro. Esta paradoja, este despropósito entre nuestra pequeñez y la enorme cantidad de nervios que tenemos, es la causa principal por la cual los pacientes no me entienden fácilmente, y le cuesta trabajo entender que una vértebra cervical desplazada puede ser la causa de molestias desde el hombro hasta el meñique-y que el concepto vale por todo el cuerpo: el talón duele porque dos vértebras lumbares están torturando el nervio ciático, o el tibial-o a lo mejor hasta el peroné, finalmente poco importa, pues la filosofía me ayuda a razonar mejor en todo y a fortiori en lo que mejor conozco-con la conclusión pragmática que no importa cual nervio sea la causa del dolor, lo que importa es que las vértebras se remetan en su lugar-lo que yo hago en minutos, ubicándolas con los dedos y realineándola usando la física con la cual me llevo tan bien de haber publicado un libro.
