Venezuela debe estar de fiesta. Camelot.
ESE PREMIO NOBEL DE LA PAZ
El Premio Nobel de la Paz lo ganó esta madrugada, María Corina Machado, ‘Por su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia’. La opositora al régimen de Nicolás Maduro, una mujer de la política a la que no han dejado que su grupo tome el poder porque el gorila se roba todas las elecciones, si pierde por 10 a 4, inventa votos y dice que ganó. Está aislado en espera de que Trump le dé el zapatazo por el trasero y se marche a Cuba o a Rusia. Toda América Latina lo celebró, menos la presidenta Sheinbaum de México, cuando en la mañanera le preguntaron, argumentó aquello de la política Estrada. La doctrina Estrada es el nombre de un ideal central de la política exterior de México desde 1930 y aún en vigor, según el cual México no anuncia públicamente el reconocimiento diplomático de otros estados o gobiernos, y se añade la autodeterminación de los pueblos, eso hizo la presidenta de México en la mañanera, pero atrasito otra reportera le preguntó sobre la caída de una presidenta de Perú y allí si metió su cuchara y apuntaló a que liberaran a un expresidente. Su lealtad a Maduro es firme.
UN MILLON DE EUROS
Los Nobel de la Paz, a diferencia de los otros, incluidos los de medicina y literatura, a veces tienen una connotación política, la señora Corina Machado ha sido una luchadora por su pueblo y agradeció porque lo recibe la Venezuela que tiene sojuzgada el criminal Maduro. Y de políticos pocos, el Nobel ha sido dado a activistas y organizaciones que luchan por la paz, Trump se lo merecía, pero llegó tarde su plan de detener la guerra en Gaza. A los políticos que se les han dado, uno fue al presidente Barak Obama. En 2009: “Por sus extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la colaboración entre los pueblos”.
Otro de ellos fue a Al Gore, pero ese ya andaba en el cambio climático del mundo, había dejado de ser vicepresidente.
A Jimmy Carter, el cacahuatero, por contribuir a la paz.
Nelson Mandela, Rigoberta Menchu, Isaac Rabin, Yaser Arafat, el ruso Gorbachov, el Dalai Lama, por orar por todos lados.
Muchos políticos se han beneficiado de ese premio que tiene el renombre de ser el mejor del mundo y no es nada despreciable, un millón de euros en premio para la causa de quién lo gane.
María Corina Machado se lo merece. Cuando el mensajero del Nobel le llamó por teléfono, según se exhibió en la televisión, ambos lloraron, el que le dio el anuncio y la señora que lucha por la democracia en Venezuela.
Felicidades.