Por Ruperto
Tango, la expresión sublime
del sentimiento del alma,
pasión, ansiedad y calma
que explota, sangra, redime
y a los sentidos imprime
la vibrante excitación,
el amor hecho canción
en su esencia más profunda,
tan dolorosa y fecunda
como lo es la creación.
Brotaste del arrabal
de gente brava y dolida
que en su vivir fue agredida
y sufre por ese mal,
eres sed y manantial
recuerdo y presentimiento
la agresión, remordimiento
llanto, dolor y estoicismo,
la fe, ilusión y optimismo
hambre, aire y alimento.
Lágrima de bandoneón
por el piano seducida,
en partitura encendida,
de una poesía en rendición,
la exquisita sensación
que se mete por las venas
donde el querer y las penas
encuentran el mismo nido,
en el compás de un latido
que libera y da cadenas.