Por Ruperto
Hermano estamos de luto
 que afecto a la población
 y mandó gente al panteón
 dando a la tierra tributo,
 se formó el caos absoluto
 con la lluvia que cayó,
 mucho rio se desbordó,
 las colonias se inundaron,
 los cerros se desgajaron
 y el hogar se destruyó.
Se encuentran muchos paisanos
 sin casa, ni pertenencias
 los cuerpos en abstinencias
 y los cosechas sin granos,
 ahora hay que echarles las manos
 pues la gran atrocidad,
 requiere de caridad
 de todo el que pueda darla
 para que puedan pasarla
 sin tanta necesidad.
Habrá que reconstruir
 lo que el agua destruyó,
 el techo que se cayó
 y el suelo que se fue a hundir,
 la calle hay que recubrir
 para dar circulación
 y pase coche y camión
 en calles y carreteras,
 destapemos coladeras
 y echemos todos montón.
Al menos ahora las presas
 tienen almacenamiento,
 el campo no está sediento
 y las sequías no están gruesas,
 así la tierra procesas
 con el arado y se dan,
 muchas plantas que nos dan
 granos con muchos nutrientes
 que comerán muchas gentes
 en las tortillas y el pan.
