“Nada va bien en un sistema político en el que las palabras contradicen a los hechos”
En los días recientes ha sido una constante escuchar la palabra “ARANCELES”; pues un arancel es un impuesto que un país le cobra a otro por permitirle que ingrese mercancías para venderlas a sus ciudadanos.
Esto es muy común en todo el mundo ya que todos los países necesitan de los demás para satisfacer las necesidades de su población. En la década de los noventa México firmó un tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá lo que le permite a los tres países poder vender y comprar mercancías sin aranceles o en algunos casos con aranceles muy bajos; este tratado permitió que en México empezarán a llegar grandes empresas que dan actualmente miles de buenos empleos a los mexicanos y que le permiten al país obtener divisas por las exportaciones; aunque a muchos no les guste cabe destacar que este es el tratado comercial más importante que tiene nuestro país, y fue logrado y firmado por el expresidente neoliberal Carlos Salinas de Gortari.
Sí, leyó usted bien el tratado más importante que da miles de empleos a mexicanos y ha permitido el crecimiento del país fue gracias al trabajo de política internacional de Carlos Salinas de Gortari, el mismo Presidente que implementó programas sociales como el famoso programa SOLIDARIDAD.
Seguimos en el tema de los aranceles porque México pasó de exportar a Estados Unidos sin pagar aranceles o pagando muy poco a tener que pagar a partir de este pasado 4 de marzo el 25 % más; esto impacta porque los ciudadanos estadounidenses van a comprar los productos mexicanos una cuarta parte mas caros.
Es decir, si un producto mexicano costaba en Estados Unidos hasta antes del lunes 3 marzo el equivalente a 100 pesos, a partir del pasado 4 de marzo empezó a costar 125 pesos lo que puede provocar que los estadounidenses dejen de comparar productos mexicanos y prefieran los productos de otros países que estarán a mejor precio, con la brutal consecuencia que si México reduce sus exportaciones empezaremos a sufrir una baja considerable en la demanda y por lo tanto en los precios de productos agrícolas como la caña de azúcar, productos ganaderos como la carne y la leche y de productos industriales de exportación porque se descompensará la ley de la oferta y la demanda; aunado a esto nuestro país al exportar menos también tendrá menos divisas para comprar al extranjero aquellos productos que no producimos en México y con la consecuente alza de precios en todo lo relacionado con productos de importación como las medicinas y productos de tecnología.
Es la primera vez desde que se firmó el tratado de libre comercio que un gobierno de Estados Unidos impone aranceles a México de manera unilateral; esto se debe principalmente a la ineficacia en política exterior por parte del actual gobierno de morena, ya que no está haciendo lo necesario para combatir el traspaso ilegal de mercancías opioides por la frontera norte, esto ha provocado que estemos en esta situación tan crítica.
Si usted recuerda en los gobiernos anteriores no se dio esta situación debido a que fueron más eficientes en saber llevar una relación de respeto con Estados Unidos que es el principal socio comercial de México, ya que el 80 por ciento del comercio exterior de nuestro país lo realiza precisamente con el vecino país del norte.
La implementación de aranceles y la deportación de mexicanos provocarían una recesión económica en nuestro país, es decir, en lugar de crecer nuestra economía se reducirá y esto impactará en el bolsillo de los mexicanos, ya que si en estos momentos la mayoría de los ciudadanos viven una situación difícil porque sienten que lo que ganan no es suficiente para solventar todos los gastos pues con una eventual recesión la situación estará peor.
Sin duda todos esperamos que el gobierno mexicano y el estadounidense logren un acuerdo para que se suspendan los aranceles que el Presidente Donald Trump ha impuesto de manera unilateral a nuestro país, según los analistas es muy probable que esto suceda en las próximas horas o días.
A ninguno de los países le conviene una guerra comercial porque perdemos todos. Por el bien de la comunidad internacional es necesario un acuerdo arancelario que sea equilibrado tanto para México como para los Estados Unidos. “El libre comercio no es un principio, es un recurso”.