“Cuando un individuo cambia, también cambia su comunidad”
Gobernar implica dirigir una sociedad o Estado, tomando decisiones estratégicas para organizar la vida pública, asegurar el bien común y satisfacer las necesidades de los ciudadanos, lo que requiere empatía, una gestión eficiente de los recursos y la habilidad de coordinar diversos actores sociales para lograr un orden y convivencia aceptables.
En palabras claras el acto de gobernar va dirigido hacia el bien común de una sociedad, es en esto donde se debe enfocar un servidor público.
El bien común es el conjunto de valores, intereses y condiciones sociales que benefician a toda la comunidad, permitiendo que cada individuo y el colectivo alcancen su propio bienestar.
Es lo que es bueno y beneficioso para todos, y se contrapone a los intereses particulares que solo favorecen a unos pocos.
El bien común debe ser inclusivo, es decir que sea inherente a la comunidad y debe ser accesible a todos sus miembros, no solo a un grupo o individuo específico, debe considerar las condiciones para el avance social que son las circunstancias sociales que facilitan la realización plena y el desarrollo de las personas y las familias.
El bien común también se debe concentrar en el bienestar general y no en el beneficio de un individuo o una fracción de la sociedad y desde luego debe tener un fundamento moral y político que sirva de base para la organización social y se traduzca en acciones que fortalecen valores como la justicia, la equidad y la libertad en una comunidad.
En nuestra sociedad se ha estigmatizado a la política y los partidos como algo dañino para la comunidad, y hay cierta razón ya que las malas acciones de algunos servidores públicos han afectado el desarrollo sostenible del país, el Estado y los Municipios.
Sin embargo la acción es lo más importante, es decir si queremos cambiar algo que no funciona bien entonces los ciudadanos deben participar en la acción política para llegar al gobierno y entonces si gobernar con capacidad y honestidad.
Esto no es cuestión de partidos políticos ya que debemos saber que en todos hay ciudadanos buenos, regulares y malos.
Sin embargo en nuestra democracia solo es factible llegar a un espacio de gobierno mediante la acción política.
Por ejemplo el PRI es uno de los partidos con mayor rechazo en México y sin embargo este partido gobierna el Municipio de Orizaba desde hace varios años y esta ciudad es uno de los mejores lugares para vivir de todo el Estado, no estoy defendiendo este partido, es solo un ejemplo claro de que un buen gobierno puede venir de cualquier partido político y que entonces lo más importante es la persona que está en ese instituto.
Al final de cuentas los malos no son los partidos sino algunos de sus miembros que hacen malas acciones.
Bien dicen que un buen juez por su casa empieza. Si como sociedad queremos un mejor Estado y un mejor país para vivir, entonces debemos empezar por nuestra casa que es este gran Municipio de Tierra Blanca.
El propósito de una sociedad jamás debe ser que para vivir mejor todos tengamos que pensar igual, el mejor propósito de una sociedad es que aún siendo diferentes podamos tener la capacidad de vivir en un mismo lugar con respeto, empatía, con inclusión real y orden.
Si usted quiere que Tierra Blanca cambie para bien entonces es indispensable que participe, de lo contrario todo se quedará en un buen deseo.
