Por Ruperto
El sábado día primero
que celebramos los muertos,
y los que andamos despiertos
salimos a orear el cuero
al ambiente callejero
que se volvió una verbena,
con danzón fue la faena
donde irradió con su luz
EL ALMA DE VERACRUZ
orgullo en nuestra colmena.
Ahí bailamos los danzones
que yo de niño escuché
y con amor recordé
esas hermosas canciones,
sintiendo mil emociones
y don Alejandro Diaz
con su magia hizo osadías
tocando en dulce fragancia
teléfono a larga distancia
en recuerdo de esos días.
Veracruz es un embrujo
leyenda, estirpe, canción,
el latir de un corazón
que trae herencia e influjo
con un toque de pirujo
elegancia y picardía,
un pueblo en que su osadía
tiene origen ancestral
de pirata y vendaval
mostrado en son y poesía.
Siempre hay que tener presente
todas nuestras tradiciones
léxico, poesía, canciones
y expresión de nuestra gente,
que se nutra nuestro ambiente
del bagaje de cultura
que es donde un pueblo madura
y deja al fin su legado
como recuerdo sagrado
de una raza que perdura.
