Michael Torresini
Sigo enfrentándome con la brutal paradoja, con la increíble incongruencia de curar en dos minutos con facilidad y satisfacción, por un lado, y te tener que hablar tanto para que el paciente entienda que tiene, porque tiene lo que tiene y como se lo voy a quitar desde encima. Así repito que todo lo que sentimos lo sentimos por los nervios y que todos los nervios salen desde la columna hacia todo el cuerpo a través de las vértebras que, si no están en su lugar, son la única verdadera causa de todo problema, y su realineación la única solución. Aclaro que nada, absolutamente nada es sin causa, y para acabar con cualquier cosa indeseada-adentro y afuera de la medicina, hay antes todo que acabar su causa. Si tienen una llanta pochada en su moto, no tiene caso que le eche aire, tiene antes todo que levantar la ponchadura. Pero con todo, hay pacientes que no me entienden, no parecen entender, por ejemplo, que cuando digo todo significa todo, y que por ende no importa si le duele el talón, la pantorrilla o la cadera, pues realineando las vértebras que son la única causa de sus padecimientos, le pasará todo…a veces digo-si usted tiene un dedo en una pinza, que hace le da una tallada o abre la pinza…y la mayoría por fin entiende. Pero ayer vino por la primera vez una amable señora y cuando al final usé esta analogía no me estaba entendiendo en lo mínimo: y cuando le pregunté claramente si le daría una tallada o abriría la pinza me dijo que no lo sabía. Entonces tomé una pinza, la serré levemente alrededor de su índex y así conseguí el resultado deseado. Parece un chiste mas no lo es, así cómo parece un chiste que llegué en Canadá a enseñar a Martin Heidegger, el filósofo más importante y difícil del siglo XX y aquí estoy padeciendo estos absurdos
El existencialismo, del cual Heidegger es el máximo exponente, deja los demás temas de la filosofía para concentrarse en el hombre, así que un filósofo existencialista como su servidor es también un psicólogo-y es con la psicología que trataré de solucionar esta increíble falta de entendimiento. Se dice que sólo usamos el diez per ciento de nuestra inteligencia-lo que no es cierto, ni podría serlo obviamente. Lo cierto es que no usamos toda la inteligencia por varios factores psicológicos. En el dialogo entre un viejo filósofo trotamundos y unos agricultores los factores psicológicos se vuelven innumerables, empezando con mi acento. Y por arriba de las dificultades susodichas, hay una peor aún: si el paciente no me entiende uso toda la paciencia del mundo hasta a llegar a poner su dedo en una pinza…pero si el paciente no se puede relajar, si el paciente, o más comúnmente LA paciente vino para ser curada y no me deja hacerlo, se pone rígida, me agarra los brazos o lo que tiene a la mano, entones se pasa que en lugar de curar yo a ella, ella me va a enfermar a mí. Estudié la lógica toda mi vida y no hay nada de lógico en estos casos que por ende no puedo aceptar. Así que pensé en una posible solución-la meditación, que desde pasado mañana empezaré a enseñar.