Michael Torresini
En frente de mi tengo dos libros de Martin Heidegger-Ser y tiempo en italiano, de cuando lo estudiaba, y El principio de la razón en inglés de cuando lo enseñaba. Ya he dicho varias veces que yo soy ignorante, pero sé muy, muy bien lo que más cuenta, que nada, absolutamente nada es sin causa; últimamente he definido a Dios como la única entidad que no necesita una causa para existir. ¿¡Qué más les puedo decir?! El texto en inglés cuenta de trece lecturas, o digamos trece capítulos y cada uno empieza con Nihil est sine causa o Nihil est sine ratione-o lo mismo en inglés. Heidegger es el filósofo más importante del siglo XX y dedica un libro entero al Principum rationis, al principio de la razón acuñado por Leibnitz unos siglos antes.
En lo general se dice que la filosofía nos ayuda a ser sabio y entre todos los multifacéticos aspectos el principio de la razón es lo que más nos ayuda, pues para acabar con cualquier problema, con cualquier cosa que nos molesta, hay antes todo que entender su causa-y acabar con ella. Esto aplica a todo, medicina incluida, pero en ninguna rama de la medicina es tan obvio como en la que yo práctico, la quiropráctica. Así hago una sinopsis y lo explico todo con el número menor posible de palabras: Todo lo que sentimos lo sentimos por los nervios y todos los nervios salen desde la columna hacia todo el cuerpo a través de las vértebras que, si no están en su lugar, son la causa de toda molestia, y su realineación la única verdadera solución permanente. Soy un pésimo dactilógrafo, muy lento, pero esta última frase la escribí muy rápidamente porque la escribí muchísimas veces-y sigo escribiéndola ya que la esperanza es la última en morir y aunque siga siendo malentendida por la gente, espero un día les quede clara. Espero que un día nadie me remate que le duele la cadera, la pierna o el hombro ya que me estaría describiendo lo que siente y todo lo que sentimos lo sentimos lo sentimos por los nervios y todos los nervios salen desde la columna hacia todo el cuerpo a través de las vértebras que, si no están en su lugar, son la causa de toda molestia, y su realineación la única verdadera solución. ¿¡Ya me entendieron?! Entonces ya no piensen en lo que sienten, sino en el hecho que pronto desaparecerá-en una sola sesión si llevan un día o dos, o en varias sesiones si llevan 20 años así. Y en estos casos que lamentablemente son los más frecuentes, bajo el cobro de quinientos a cien pesos ya que creo sea la manera más fácil para que mis pacientes entiendan que lo que quiero es la satisfacción de poderlos dar de alta con la certidumbre que estarán bien permanentemente.