El desbordamiento de los ríos Cazones, Pantepec y Moctezuma fue resultado de un fenómeno regional, asegura
Rocío Nahle, gobernadora de Veracruz, negó que hubiera fallas u omisiones de Protección Civil para prevenir la tragedia por el desbordamiento del Río Cazones. Afirmó que las alarmas sonaron a tiempo y personal del estado realizó perifoneo para alertar a la población antes de que llegara la creciente.
“Aquí en Poza Rica, a las tres de la mañana, el día de los hechos, la alarma de Pemex sonó y Protección Civil empezó a vocear. De esa manera se pudo evacuar a miles de personas. […] Sí, sonó la alarma y no había manera de medir la cresta antes”, afirmó.
En entrevista con medios de comunicación, la Mandataria explicó que las inundaciones que devastaron el norte del estado se deben a la combinación de lluvias excepcionales y a la ubicación geográfica de Veracruz, donde confluyen los caudales provenientes de San Luis Potosí, Hidalgo y Puebla.
Aseguró que el desbordamiento de los ríos Cazones, Pantepec y Moctezuma fue resultado de un fenómeno regional que rebasó la capacidad de los cauces y no de fallas en el sistema de alerta. Detalló que el río Cazones, que nace en Puebla e Hidalgo, fue el que inundó gran parte de Poza Rica; el Pantepec anegó al municipio de Álamo, mientras que el Moctezuma afectó comunidades del norte veracruzano. En la Sierra de Huayacocotla, añadió, hubo derrumbes y caminos colapsados por la saturación de lluvia.
La exsecretaria de Energía indicó que hoy, entre las prioridades del gobierno para apoyar a la población, está la operación de puentes aéreos con apoyo de la Secretaría de Marina (Semar), la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) y helicópteros de los gobiernos de Tamaulipas y Nuevo León, así como de la Fundación Telmex, para trasladar víveres, medicamentos y personas en situación delicada.
También destacó las labores de ayuda humanitaria, atención médica, limpieza y restablecimiento de caminos, con o sin maquinaria que han realizado los jarochos y la enviada desde varios estados, principalmente la Ciudad de México.
Respecto al respaldo financiero, Rocío Nahle aseguró que los apoyos para la población damnificada están garantizados, al señalar que tanto la federación como el gobierno estatal tienen recursos contemplados para atender la emergencia. “No es un tema de dinero”, enfatizó, al afirmar que las finanzas del Estado están sanas y que se destinará “lo que sea necesario” para las zonas afectadas. Explicó que los recursos se canalizarán principalmente a través de los programas de Bienestar, encargados de levantar el censo de daños y distribuir los apoyos directos a las familias que perdieron sus bienes o viviendas