Por Ruperto
Ya empezaron a ocurrir
en septiembre los temblores
que han dado grandes dolores
y nos ponen a parir,
no se pueden predecir
porque salen de la nada,
cuando empieza la meneada
sólo ya queda correr
pues se nos puede caer
la casa resquebrajada.
Luego el mar que se alborota
y echa las olas pa atrás
mas luego te dice saz
y a las playas las rebota,
bañando a toda la flota
que estaba por ahí paseando,
todo se acaba anegando
con agua, palos y arena
el gozo se vuelve pena
y se termina llorando.
A Roque temblando
como si tocara el güiro,
o hace como yo deliro
cada vez que estoy moteando
y ya me siento elevando
cuando está chido el pasón,
le da la cruda cañón
con sed y muchas agruras
de esas que sólo te curas
con tés y resignación.
Yo solo empiezo a temblar
y la boca se me traba,
cuando mi vieja está brava
pues le fueron a chismear
que me habían visto bailar
con Pancracia en el fandango,
y me arma un tremendo tango
aunque juro que es mentira,
que hasta los trastes me tira
y me revuelca en el fango.