Por Ruperto
Se acabaron los calores
cambió la temperatura
y terminó la tortura
de que con el sol te dores,
del piso salían vapores
lo que te ponía a sudar,
claro olías a muladar
pues ningún desodorante
aunque sea antiperspirante
puede eso disimular.
Te tienes que dar tres baños
de mañana, tarde y noche
y aún así andas en sancoche
como ratas de los caños,
todos andamos huraños
pues con la ropa mojada,
no se nos antoja nada
más que meterse en el mar
y una cheve pa hidratar
lo perdido en la sudada.
Cuando se siente el friito
te avientas un cobertor
y le dices a tu amor
ven acércate tantito,
así duermes calientito
y la cama ya es un gozo
roncas cual si fueras oso
sin ninguna interrupción,
no que con el calorón
te levantas pegajoso.
Te levantas descansado
después de tanto soñar
con ganas de trabajar
aunque esto ya sea un pecado,
caminas espabilado
improvisando unas rimas
y así la mañana animas
coqueteando con la gente,
pues la mañana caliente
hasta hace que te deprimas.