Caritas Sonrientes

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MARIA ELENA HERNANDEZ LARA

CRONISTA DE LA CIUDAD

 

COSAS DEL CARNAVAL

                   Ya pasó el Carnaval tan esperado, después de la restricción por la pandemia y tanta desgracia en la vida de muchas familias, la gente de todas las edades salió a las calles a disfrutar del festejo que no es sólo de jóvenes, pues los mayores -algunos hasta en silla de ruedas-, se dispusieron a pasar horas, el tiempo que fuera, esperando el paso del desfile que terminaba casi a las 11 de la noche.

Hubiera sido un paseo espléndido si no fuera por el horario de salida, las 8 de la noche, cuando lo anunciaron para las 6 de la tarde. Si lo iban a presentar a esa hora, hubieran implementado una luz apropiada para poder apreciar a las guapas y los galanes que tripulaban los carros alegóricos, que iban muy llenos hasta con familiares de los participantes.

                   Estuvo bien coordinada la seguridad, las brigadas exigían a la gente a que subiera a las banquetas para despejar el paso del desfile, pero, ¿por qué o para qué, las metralletas que portaba la policía en su recorrido por las calles del desfile? Daba escalofrío verlos con esas vestimentas y tan armados, sí es cierto, eran un resguardo, pero al verlos, la mente se trasladaba a esos lugares donde la violencia ha hecho estragos…. pero aquí de lo que se trataba era de disfrutar después de tanto encierro y dolor a causa del COVID, por cierto, tal vez el resguardo que mas se necesitaba era el cubre boca, que muy pocas personas lo usaron.      

                    Los vendedores al por mayor: chucherías, como muñecos de personajes, coronas con iluminación, la infaltable espuma que sin conciencia rociaban hacia los carros alegóricos, hacia la gente, no importaba que fuera a la cara, las palomitas, cacahuates. Hubo unos vestidos con ropa de personajes de series, “alquilándose” para tomarse una foto a su lado y un tipo con una espeluznante serpiente viva, enrollada al cuello ofreciéndola a quien quisiera agarrarla para tomarse la foto. Qué cosas.

Desde luego esta fiesta es para todos, ahí andaban recorriendo las calles, sudorosos, con grandes bolsas negras, quienes recogían las botellas de plástico, las latas de refrescos, para venderlas y llevar a su hogar unos cuantos pesos. La fiesta da para todo.

 

EL PASEO

                   La lámpara frente a esta tu casa está sin servicio y por lo mismo no disfruté en su totalidad el paseo, nunca vi a la Reina, si vi a la simpática Reina Infantil Katherine, quien disfrutó al máximo su reinado siempre haciendo con sus manos la señal de un corazón. Igualmente aprecié el orgullo de los apreciados Ciro Martínez y Rosita Bringas, Reyes de la Tercera Edad en 2018, quienes por su alegría y carisma fueron elegidos nuevamente.

Muy bien los 4 jóvenes del puerto de Veracruz que, en altos zancos, con gran seguridad y destreza realizaron el recorrido, cuando fueron entrevistados dijeron que este carnaval estaba “bien chido”, disfrutaron mientras divertían. Otros que se divirtieron a lo grande fueron los de la comparsa “Las Locas del mal”, de Boca del Río.

Si a mí me preguntan quién lució más, si el guapo actor argentino Julián Gil, que apenas esbozaba una leve sonrisa, le doy mi voto sin pensarlo a Rodi Amador, excelente participación, muy majo, seductor, demostrando su arte como maestro del Instituto Bailarinas.

Muy bien las tradicionales comparsas. Los Elegantes que siempre abren el desfile, como su nombre lo indica, bien vestidos, muy sincronizados, correctos. 18 años en carnavales, ganando concursos, reforzando el grupo con nuevos integrantes. Toño Zambrano, gracias por tu cariñoso saludo de cada año…. También, como hace más de 50 años, la Comparsa Ferrocarrilera, cerrando el paseo, invitando a las jóvenes a bailar con ellos. Ahí vemos a Titino, El Diablo, El Negro Medina, El Pule, entre otros muchos, algunos ya se notan cansados, pero con la alegría reflejada en los sudorosos rostros, alegrando con su alegría. Muchos niños en las comparsas, ya se ha infiltrado en sus venas el amor por estas fiestas, con qué entusiasmo bailan, no sé si logran realizar el recorrido de 3 mil 800 metros que supuestamente mide el trayecto del paseo.

Este fue el Carnaval de la Inclusión, hubo de todo para todos.

RECORDANDO TIEMPOS IDOS

                    Es bueno recordar tiempos pasados, aquellos carnavales de Nicho Salomón, el Rey de Reyes. Era él una figura imprescindible en los paseos, con sus estrafalarios trajes y su clásica cortesía hacia las damas a las que distinguía con un beso en la mano.

Nicho será recordado siempre por “los antiguos”, bailando cadenciosos danzones, caravanero con las reinas, haciendo espectaculares entradas en las fiestas, caballeroso con las damas, de mala facha a veces y en otras comportándose como todo un rey. En los desfiles parecía un torero partiendo plaza, le fascinaba el color blanco en sus trajes de brocado, sus paraguas de encaje tachonados de lentejuelas, sus abanicos que acostumbraba regalar a algunas reinas, sus sombreros muy adornados… Nicho Salomón, el Señor Carnaval, un Rey de Reyes en Acción.

A su muerte, su mortaja fue uno de sus hermosos trajes de Rey de Carnaval con su sombrilla abierta atrás del ataúd. Sus compañeros lo recuerdan con cariño y reconocimiento por su elegancia. Con su presencia y alegría fue gran impulsor de los carnavales. Toda una leyenda

OTRO MAS

Pablo Peña, La Perla Negra, Bastonero RealFinal del formulario

, otro gran personaje de las fiestas del Carnaval en los que fuera Rey de Reyes y nombrado Bastonero Real del Carnaval 2008. Hablar de tan especial personaje nos remite a recordarlo en los desfiles, bailando con la comparsa “Los Veteranos” bajo la dirección de Gerardo Salinas, que como usted puede imaginar, está compuesta por hombres de entre 60 y más de 70 años.

Era tanta su pasión por el baile, que cuando participaba como Rey o Bastonero, al terminar el desfile se cambiaba la vestimenta real por la de comparsero y se iba al final de la columna a integrarse con sus compañeros para bailar.

Fue sencillo, respetuoso, conversador natural, le gustaba hablar de sus hermanos: Berta, Abad, Juan, Carlos, Pedro y Tomasita, también carnavalera de corazón, participante en las comparsas, disfrutando y provocando alegría con su ritmo. Ella murió el 7 de diciembre de 2006. Muchos años fue Pablo Peña, una de las principales figuras de los carnavales.

solysones@hotmail.com